Tuesday, October 23, 2007

¡Ouch!

Hace tres años no quise comprar un boleto porque los acababa de ver en Coachella, también porque asumí que con el reciente lanzamiento de The Cure (2004) dejarían de tocar algunos de los cortes clásicos que hubiera querido escuchar. Por obvias razones no fui a Monterrey en 1992, ya que a los quince años no me mandaba sola y mis papás pusieron el grito en el cielo cuando insinué mis deseos de ir.

Esta vez tardé en comprar un boleto y sólo lo hice por mero impulso, digamos que por una corazonada. Esa corazonada se hizo realidad el día de ayer cuando presencié uno de conciertos más significativos por todos los recuerdos que se agolparon en mi memoria durante tres horas seguidas: The Lovecats, Lullaby, Why I can't I be you, Jumping Someone Else's Train, Let's Go To Bed, Friday I'm in love, Fire in Cairo, Three Imaginary Boys, Wrong Number, Pictures of You, Hot Hot Hot, Killing an Arab, Close to Me, A Forest, Boys Don't Cry, The Walk, Just Like Heaven, Lovesong, Fascination Street, The Perfect Girl y muchas otras más.

1 comment:

Anonymous said...

Buenas corazonadas, Eileen. Yo fui el sábado y, al igual que en su pasada visita, presencié un gran, gran concierto. ¡De pelos! ¡Qué estés bien!

Carla Trujillo