Entre el trabajo y la crianza

Lamentablemente he tenido un incremento de trabajo estos los últimos días y en ocasiones ni siquiera he tenido el tiempo suficiente para revisar mis cuentas de correo. Lo que me anima el día de hoy es que al mediodía me hablaron para decirme que acaban de llegar los libros que compré la semana pasada... Qué feliz me hace recibir paquetes.

Por otro lado sigo con la preocupación que me provoca tener a dos gatitos, de apenas una semana de nacidos, a mi cuidado. He de decir que los gatos no son míos, tan sólo estoy procurando mantenerlos alimentados, secos y calientes después del abandono de su madre a tan pocos días de nacidos. Obviamente esta situación los hace sumamente dependientes y no me doy abasto. Según he leído, los mininos de esa edad deben de comer cada dos horas, pero cómo puedo alimentarlos tan frecuentemente si me la paso en el trabajo. Mi mamá me ha ayudado en esta tarea y aunque no lo hace de muy buena gana y mucho menos con la frecuencia necesaria, los pequeñines han sobrevivido.

Aún estoy intentando encontrarles un hogar, pero es muy difícil, además ni siquiera he tenido tiempo de llevarlos al veterinario para que me ayude respecto de la determinación de su sexo. Otra cosa que me preocupa es que uno de ellos tiene la cola fracturada y no ha sido atendido. Todos en mi casa me dicen que no me preocupe, que los abandone en la calle, pero no tengo el corazón de hacerlo, a final de cuentas me siento responsable de ellos porque nadie más se hará cargo. Mientras logro determinar qué hacer con ellos tendré que acostumbrarme a su llanto y quejidos durante la noche.