Ayer, por ser mujer (¡Ay, qué bonito detalle!), me dejaron salir temprano del museo así que no pensé en otra cosa que llegar a mi casa lo más pronto posible. Después de pasar dos días fuera lo único que quería era llegar temprano para terminar mis quehaceres pendientes. Lo malo del asunto fue que olvidé las llaves de mi casa en la oficina así que no tuve otra que saltar la reja y tratar de trepar hasta el segundo piso porque me di cuenta de que el pestillo de la ventana de la recámara de mis papás no estaba echado. Desafortunadamente los múltiples intentos por alcanzar la ventana fueron infructuosos. Ya cansada me di por vencida y me resigné a quedarme afuera hasta que alguien más de la familia llegara a abrir la puerta.
Ahora la historia continúa con el diálogo entre el Hombre fiesta y la Viejita poncha pelotas.
Jueves a las 7:00 pm
VPP: (Acostada sobre una cama improvisada de bolsas con ropa. Lentamente se incorpora y dirige la mirada hacia la puerta y hacia el recién llegado) Qué bueno que llegas, creí que iba a tener que esperar hasta más tarde.
HF: (Sin poder contener la risa) ¿Y ahora?, ¿por qué estás acostada allí en el piso como niña de la calle?
VPP: Es que olvidé las llaves y sólo pude saltar la reja. Intenté abrir pero no pude.
HF: (Abriendo la reja y entrando) Ya ves, eso te pasa por no tener amigos.
VPP: Acaso los amigos me hubieran abierto la puerta o la ventana, no verdad.
HF: No, pero al menos hubieras podido irte a alguna de sus casas.
VPP: (Ya completamente incorporada y a punto de entrar después de que HF abriera la puerta) Yo no quiero entrar a otras casa, lo único que quiero es entrar a la mía y encerrarme en mi cuarto (largo, pero muy largo suspiro).
4 comments:
Ayi tiempos que yo quierro a llegar a mi casa que se me olvida algo, llaves, cellular, un packete. Solo los pasa a todos en tiempo. Te puse en mi pagina, dalle una "look"
Bueno, al menos no olvidarás que cómo pasaste el "Día de la Mujer", jeje. Abrazos tocaya!
Dave, es cierto, siempre tenemos la cabeza llena de tantas cosas que los olvidos son el pan de cada día. He visto ya la foto, gracias pero prometo cambiarla pronto.
Tocaya, es verdad, ya tendré más anécdotas que contar cuando efectivamente me convierta en una viejita poncha pelotas. Saludos.
No hay nada como llegar a casa. Tu casa!! tu cama, tu silla, tu tele, tu taza, tu café... tu cuarto, tu tiempo, tu espacio. ¡¡Que rico es!!
Saludos.
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