Ayer, después de pasar poco más de seis horas en el camión rumbo a mi casa, me he dado cuenta de que la paciencia es una virtud necesaria para todo aquel que vive a más de 30 minutos de su lugar de trabajo. Un abrazo a todos los que ayer observaron cómo las calles se tornaron en ríos.
2 comments:
Es verdad, no sólo paciencia, también resignación para no perder la cabeza y poder aguantar lo que se escapa de nuestras manos.
animo, buen blog, voy a visitarte mas seguido
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